El aislamiento social nos está perjudicando
La propagación del brote del coronavirus COVID-19 está impulsando el aislamiento social, medida sin precedentes en la historia moderna.
El presidente Donald Trump ya pidió a toda la población evitar las reuniones con más de 10 personas, tal y como recomiendan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Los profesionales de la salud están pidiendo a toda la población respetar una cuarentena en casa y evitar el contacto social físico con otras personas. Cortar de raíz la propagación del COVID-19 es la prioridad.
Desde hace algunos días, los estadounidenses están en completo “aislamiento social”, una situación que puede tener algunas consecuencias en el futuro.
Síntomas del aislamiento social: depresión, tristeza y ansiedad
Habrá un aumento en los cambios de los estados anímicos de aquellos que se vean afectados por el aislamiento social, lo que puede desencadenar, depresión, tristeza, problemas de sueño o ansiedad ante lo inesperado o por no saber cuándo pueda terminar.
El aislamiento social pudiera provocar una sensación de falta de recursos, si el individuo se mantiene en casa y no es capaz ni de salir a tomar la luz del sol, evidentemente, también el sistema inmune puede quedar afectado.
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No hay una regla universal que pueda seguir la población ante una situación de estas características pero estudios dicen que depende del tipo de personalidad que el individuo tenga.
Otros factores importantes son las herramientas para manejar el aislamiento, el equipo de apoyo que pueda tener a su alrededor y si sus familiares están al tanto o no de ellos vía telefónica o a través de la tecnología moderna para tener una comunicación constante.
El presidente Donald Trump dijo que esta situación podría durar unas dos semanas, pero muchos expertos sanitarios aseguran que la cuarentena podría obligar a muchos a permanecer encerrados en casa durante cuatro semanas o más.
Todo esto puede llegar a provocar un estrés postraumático, hay estudios que dicen que a mayor grado de aislamiento, mayor nivel de agresividad y de hipersensiblidad a estímulos que son amenazantes.
Aislamiento social, una situación sin precedentes
Nunca se había visto algo así y que esta crisis sanitaria no tiene precedentes. Como ser humano, debemos ser resistentes y tener la capacidad para adaptarnos a nuevas circunstancias. Estamos equipados para poderlo hacer, lo importante es que sepamos que tenemos esa fortaleza.
Cuando una persona tiene algún tipo de condición médica que le complica o imposibilita salir. En esta situación, es posible encontrar gente que después de algún accidente médico se aparta completamente del resto.
También hay casos en donde el individuo no sufre de una condición médica extrema, pero se enfrenta a condiciones que los alejan o generan estereotipos, como algunos trastornos mentales.
Las situaciones de aislamiento social forzoso, como las que supone el cumplimiento de la cuarentena por coronavirus o su prevención en grupos de riesgo, pueden derivar en un aumento de los casos de violencia por motivos de género.
El aislamiento social, también conocido como “social withdrawal”, se presenta cuando una persona se aleja totalmente de su entorno de manera involuntaria aunque pueda pensarse lo contrario. Esta condición se da en personas de todas la edades.
Puede ser una consecuencia de hechos traumáticos de su historia, como haber sido víctima de bullying o como parte de alguna condición médica, como la depresión.
Para salir del aislamiento social es básico abrirse a nuevas experiencias, que aprendas a salir de tu zona de confort y que te pongas en situaciones nuevas.
El aislamiento social extremo es posible debido a las nuevas tecnologías. Gracias a ellas no necesitamos ir a una tienda a comprar cosas ni salir de casa para absolutamente nada. Todo nos lo pueden traer a nuestro hogar. Pero esto, no es positivo.
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