Todos los colombianos somos posibles donantes de órganos y tejidos. O al menos eso dice la Ley 1805 de 2016. Sin embargo, ¿por qué si Colombia tiene casi 49 millones de habitantes y al año se registran alrededor de 250.000 muertes, hay muchas personas que siguen esperando un trasplante? La situación es compleja, pues, por un lado, no todos son aptos para donar y, por el otro, aún hay tabús que reducen las cifras de donantes para atender a quienes están en las listas de espera, a las que cada año llegan nuevos pacientes.